Los Festivales

Y las aventuras que nos regala asistir a un masivo.

By: Ana Karen 07 Feb | 2018

¿Recuerdan cuál fue la primera #banda que vieron en vivo? ¿El primer #festival masivo al que asistieron?  Espero que al hacer memoria, también hayan pensado en la sensación que experimentaron al estar viendo a su banda favorita tocar en vivo y a todo color. 

Pero hoy quiero hablarles en específico de los masivos. La experiencia de disfrutar un evento en el que no solo verás a una banda, sino a varias, que por lo regular será un cartel ecléctico y lleno de propuestas para todos los gustos, esos eventos que todo amante de la música espera con ansias año con año, siempre viene repleto de experiencias únicas que nos hacen disfrutar no solo la selección músical, sino todos los elementos que en conjunto, convierten a los festivales en una gran celebración. 

En nuestro país, la oferta de éstos ha aumentado considerablemente en los últimos años. Antes, el Vive Latino era el rey de los festivales en México, la meta para la mayoría de bandas que emergía, era llegar a pisar un escenario de este monstruo imponente que año con año se celebra en Foro Sol de la Ciudad de México. Hoy en día, tras 18 ediciones, sigue vivo exponiendo lo mejor de la música a nivel internacional, pero ya no es la única meta para los músicos. La competencia es enorme. 

En 2012, la ciudad de Monterrey vio nacer el que, a mi criterio, hoy es el mejor festival del país: Pal' Norte. No solo por la oferta músical que desde hace 6 años nos ofrece, sino por, pues por todo. Desde la organización, el Parque Fundidora que lo alberga, el público que asiste y disfruta todas y cada una de las bandas que se presentan, sin importar la hora que sea del día, el género que toquen o el cansancio que puedan llegar a sentir, el no solo ser un festival que ofrece música, sino muchísimas atracciones más. Los dos días de fiesta bien valen terminar cansados y buscar reponerse con un buen asado el domingo siguiente a esta fiesta. En este video pueden ver un poco de lo que les hablo. 

En 2014, apareció también en la contienda el Festival Coordenada, logrando con esto el que cada una de las tres ciudades principales del país tuviera su propio gran evento masivo, y no nos defraudó. Tras cuatro ediciones, han demostrado que prentender ser cada vez mejores, tratando de superar todos los retos y detalles que surgen y aprendiendo de ellos. 

La descentralización de los festivales masivos, ha surgido de a poco y con un futuro prometedor. Para 2018, ya hay festivales de norte a sur y con la variedad suficiente para satisfacer a todos los públicos. En Puebla, existe el Festival Catrina,  incluso en lugares donde la música parecía haber desaparecido como el Jrz Music Fest que se lleva a  cabo en Ciudad Juárez, el Tecate Location en Veracrúz, el Corona Capital para los más alternativos, el Hell & Heaven para los metaleros, el Festival Sayulita que nos lleva a la playa cada año, el Festival Roxy, también en Guadalajara  (que el año pasado me hizo vivir el mejor show que he visto en mi vida, el de James) y bueno, tantos y tantos ejemplos que podría mencionar pero seguramente a cada quien le vino a la mente su favorito, como siempre lo digo: cada cabeza es un mundo. 

Más allá de verlo como un negocio (que claro que lo es), un festival es una celebración a la #convivencia musical, una excelente manera de conocer nuevas propuestas, de lograr ver por fin a ese #artista #internacional que no habías podido disfrutar en vivo, de acompañarte de tus mejores amigos e ir a recorrer uno a uno los escenarios que ofrecen tantas posibilidades. Es ir y sentarte con cerveza en mano a presenciar el resultado de todo el trabajo de una banda, en el estudio, en los ensayos, todo lo que nace en privado y termina sobre una tarima, es lo que nos hace de alguna manera sentir vivos, es una experiencia que sí, quizá te deje dolor de pies, tal vez una resaca de dos días, incluso algunos recuerdos borrosos y la garganta afónica de tanto cantar, pero sin duda, te dejará tantos recuerdos que en algún otro momento de harán sonreír, o llorar. Te hará mirar ese vaso coleccionable y transportarte al momento en el que estabas en compañía de tu canción favorita.  Esa es la magia de la #música, causar tantas sensaciones.  Algún día nos pondremos mayores y tal vez nuestras prioridades cambien, pero por lo pronto, los invito a seguir manteniendo viva esta hermosa tradición, a ser exigentes, porque también hay cosas que mejorar, a consumir y apoyar a que esto siga vigente. A ser jóvenes que viven la música al máximo. 

Gracias en especial a todos aquellos que dedican su vida a la realización de los festivales: los técnicos, staff, producción, proveedores, todos esos héroes anónimos que entregan el alma para que el público disfrute, creo que es otra manera, una muy hermosa de dar amor al projimo.

Y ustedes ¿A cuál festival masivo del país planean asistir próximamente? 

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