Desde antes de que tuviéramos uso de razón, todos nosotros tenemos relación con la música. En mi caso, recuerdo que no existió momento en que mi papá no deleitara cada momento con buena música; cuando trabajaba en casa, cuando viajábamos de vacaciones, en las comidas familiares... La música está más presente en nuestras vidas de lo que pensamos, pues tiene incidencia sobre nuestros procesos mentales, percepciones y sensaciones.
Desde la antigüedad la música se ha considerado un arte. Los signos jeroglíficos que representaban la palabra "música" eran idénticos a aquellos que representaban los estados de "alegría" y "bienestar". Platón citaba que "la música era para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo", reconociendo que ésta poseía determinadas cualidades que incidían en nuestras emociones.
En muchas ocasiones, inconscientemente usamos la música para tratar de controlar nuestro estado de ánimo. Creemos que una canción nos dará el mejor consejo que en otro lado no podremos conseguir y sí, esto resulta cierto. Dentro de la vida del ser humano, la música tiene su mayor esplendor durante la adolescencia, ya que es en este periodo cuando el cuerpo en forma física y psicológica experimenta cambios que tienen como objetivo llegar a una forma definida. Nos pasaba que en la época de secundaria nos rompían el corazón y corríamos a encerrarnos en nuestra recámara junto con nuestro reproductor de música, escuchando horas y horas canciones que nos ponían hasta peor, esto por la necesidad de sentirnos comprendidos, ya que nos tranquilizaba el hecho de saber que también a alguien más le pasaba lo mismo.
La canción es considerada el lenguaje más directo del corazón humano. La célula auditiva, llamada "célula de Corti", tiene una función en el recorrido neuronal del sonido que se relaciona con el grado madurativo de la estructura intelectiva y emocional. La canción tiene una características concretas: brevedad del texto, facilidad de memorización, poder emotivo y capacidad de comunicación.
La canción es heredera de la música y del lenguaje. La unión de texto y música para crear canción también es la unión de lo emocional y lo cognitivo. La Letra va unida al ratio (razón) y la música al pathos (emoción).